Maruja Mallo en sesenta años de vida activa -desde los años 20 hasta los 80’s- produjo una corta obra de unos ciento diez cuadros. Si en su vida privada, Maruja fue una mujer muy libre, progresista, a cuya biografía le acompañaron unas cuantas anécdotas escandalosas, tenía en cambio como artista, un criterio extremadamente riguroso en cuanto a la creación de su obra. Casi toda está basada en composiciones geométricas, determinadas generalmente por la regla de oro. Creó sus cuadros muy lentamente, son obras muy trabajadas capa por capa y con una gran preocupación técnica. Por estas razones tardaba mucho en dar por acabados sus cuadros, que generalmente pintaba por series. Maruja nació en Vivero, provincia de Lugo, pero pronto se trasladó a Madrid donde consiguió su primer gran triunfo con la exposición que auspició José Ortega y Gasset en la “Revista de Occidente”. Conoció a todo el mundo intelectual de Madrid, particularmente a los poetas del 27, en especial a Alberti, Lorca y Miguel Hernández. Y fue claramente una de las mejores representantes de lo que podríamos llamar la Pintura del 27.
En 1937 se exilió a Argentina donde vivió hasta su vuelta a España en 1962. Allí produjo alguna de sus series más conocidas como “La religión del trabajo”, “Naturalezas Vivas” y “Máscaras”.
A su vuelta a España, Maruja fue acogida con entusiasmo por la generación más joven -la de los 70`s- de intelectuales y artistas españoles. Y recibió un gran reconocimiento e importante
Guillermo de Osma es historiador del arte y un reconocido galerista.
Después de licenciarse en Historia del Arte en la UAM, vivió en Londres donde trabajó para Sotheby’s. En Lyon, donde trabajó para el Museo de Artes Decorativas y Tejidos, organizó la primera gran retrospectiva sobre Mariano Fortuny y Madrazo, del que es autor de varias monografías y el gran especialista.
Más tarde residió en Nueva York, donde trabajó primero con Sotheby’s y luego como socio de una galería de arte, The Artis Group. Regresa a España en 1990 donde abre en Madrid la galería que lleva su nombre al año siguiente. Se inauguró con una exposición sobre Torres-García y Barradas, marcando la línea de la revisión de las vanguardias históricas y del S. XX que le define y por la que ha recibido el Premio al Mejor Galerista por la Fundación Arte y Mecenazgo en 2016.
A lo largo de estos 25 años en Madrid ha organizado más de un centenar de exposiciones para la galería y para museos e instituciones, entre ellas dos exposiciones sobre Maruja Mallo, sobre quien está trabajando en el Catálogo Razonado de su obra.
Además de sus publicaciones sobre Fortuny (en noviembre de 2016 sale la última monografía: Guillermo de Osma, Fortuny, Editorial Nerea, 2016), ha escrito y conferenciado sobre coleccionismo, moda y arte del s. XX.
Ha sido patrono de varias fundaciones y presidente durante cinco años de la Fondation Bemberg de Toulouse
