Margarita Alexandre, una vida que ha rozado la ficción

La "Española por Descubrir", que se presenta en la conferencia de hoy en el Instituto Cervantes, fue intérprete en los años 40, cineasta en los 50 y productora en los 60 y una de las primeras mujeres que ingresaron en la Escuela Oficial de Cinematografía en los años 50. 
Margarita Alexandre una vida que ha rozado la ficción

Se casó con Juan José Melgar y Rojas, conde de Villamonte, con el que tuvo dos hijos y del que se separó amistosamente, tras enamorarse perdidamente de Rafael Torrecillas su amigo y codirector, en el rodaje de Puebla de Mujeres. Hizo sus pinitos como actriz, pero pronto se puso detrás de la cámara y junto a Torrecillas, fundaron Nervión Films contando en una primera y ambiciosa aventura cinematográfica, la vida de Jesús a través de la pintura española en un documental que se llamó Cristo. Junto a Torrecillas dirigió La Ciudad Perdida y La Gata, pero al no haber divorcio en España, ambos decidieron viajar a Cuba para iniciar allí una nueva vida más libre y juntos. 

En su etapa de actriz, fotografiada por Gyenes

En la Isla ingresó en el Instituto de Cine, se hizo productora y dirigió el Teatro Musical de La Habana y entabló amistad con personajes como Cabrera Infante o Tomás Gutiérrez Alea pero tras 11 años viviendo allí y desengañada del cariz que tomaban las cosas en Cuba, se embarcaron rumbo a Italia donde llevaron una vida más tranquila, pero desde donde intervino en la producción de Operación Ogro dirigida por Gillo Pontecorvo sobre el asesinato de Carrero Blanco, siendo detenida e incluso arrestada en España en 1975 cuando intentaba sacar clandestinamente una copia de Canciones para después de una Guerra de Martin Patiño. Fue actriz, directora y productora de cine y poco antes de morir confesó: «He sido visceralmente libre toda mi vida».

Entre su filmografía encontramos títulos como Cristo (1953), La ciudad Perdida (1954), La Gata, (1955), primera película española en cinemascope. Desde Cuba dirige Las doce sillas (1962), Cumbite (1964), La muerte de un burócrata (1966) y Crónica cubana (1966). Fue coguionista de La vida comienza ahora de Antonio Vázquez Gallo en 1959, primera película cubana filmada y estrenada en la isla tras el triunfo de la Revolución y desde Italia fue asesora de Operación Ogro de 1979 sobre el asesinato de Carrero Blanco por ETA.

Margarita Alexandre fue una de las pocas mujeres que tocó todos los palos del cine desde actriz  a directora de producción pasando por la dirección de varias películas, vivió la guerra en España, se casó dos veces, la primera con un auténtico caballero español, mucho mayor que ella. No salió bien, se separaron y ella se marchó con su segundo marido a la Cuba más revolucionaria viendo cómo aquel sueño se transformaba en una gran desilusión. Junto a su marido y su hijo, dejaron la isla y se fueron a vivir a Italia. 

Llegando a Cuba con sus hijos Alfredo y Margarita

Su hijo, Alfredo Melgar Alexandre, conde de Villamonte, comparte con nosotros alguno de los recuerdos sobre su madre y de su padre: “Estaban muy ocupado los dos con sus respectivas actividades, mi padre jugando al bridge y mi madre con el cine y yo pasé gran parte de mi infancia en colegios interno. Cuando se conocieron, mi padre era 43 años mayor que mi madre y cuando decidieron irse a vivir juntos mi padre le propuso: ‘hagamos un pacto de caballeros y no te preocupes, yo no creo mucho en el matrimonio, pero si no funciona no pasa nada, cada cual por su lado y ya está’. Y así fue, vivieron un tiempo juntos pero luego la vida del cine por un lado y el bridge por el otro no congeniaba demasiado y decidieron seguir cada uno por su lado. Se llevaban muy bien, convivieron los dos en la misma casa (donde yo también vivía) pero separados y fue una relación muy civilizada y moderna para la época. Algo así no era muy habitual en aquellos tiempos.

El personaje tan potente de su madre ¿de dónde salió?
Mi abuelo era francés, un perfecto parisino que educó a sus tres hijas de una forma poco habitual en la época. En casa de mi abuelo se oía música clásica y una tía mía tocaba muy bien el piano, mi abuelo tenia una biblioteca importante. Era un ilustrado y por tanto mi madre y sus hermanas eran muy avanzadas, no tenía mucho que ver con el tono general de la educación de esa época. Y luego fue siempre muy independiente, trazó su propia vida primero como actriz, luego como script, ayudante de dirección y finalmente en Cuba como productora ejecutiva. No sé en que consistía el asunto pero todo el que trabajaba con ella la quería muchísimo e infundía respeto de una forma sutil y en un país tan machista aquel entonces. Siempre la respetaron muchísimo. Emanaba autoridad pero no autoritarismo. 

Cuando empezaba a distanciarse del autoritarismo y censura de la Revolución Cubana.

¿De qué parte de su vida se encontraba ella más satisfecha?
No te puedo decir, nunca lo hablamos, yo me parezco mucho a ella en ese sentido y para mí la vida ha sido y sigue siendo una aventura apasionante y agradable y para ella la vida lo fue también y ponía en todo lo que hacia, lo mejor de sí misma disfrutándolo siempre. Tuvo momentos muy duros, como cuando mi hermana se suicidó con 16 años, que fue el mayor golpe de su vida. Pero el resto era siempre aventura.

Entre los lugares de su vida: León, Madrid, México, Cuba o Toscana, ¿dónde cree que fue más feliz? 
Yo creo que Italia y Cuba fueron dos países apasionantes para ella, en Cuba porque su trayectoria profesional fue muy intensa como para mí también lo fue. Para nosotros fue una experiencia con una componente social importante. Al principio creímos que aquello era realmente algo en lo que valía la pena colaborar. Luego en los años siguientes vimos que no funcionaba y se estaba convirtiendo en un desastre hasta que al final, primero yo y luego ella, nos fuimos, críticos con aquello, aunque queriendo muchísimo al pueblo cubano que es un pueblo sensible, con grandes cualidades. Hay que distinguirlo de un gobierno que es una pura catástrofe y que no ha sido capaz de construir nada ni de hacer nada que valiera la pena. Y luego Italia es mucha Italia, ella y Rafa su marido ya no trabajaban pero viajaban sin parar. Fue una época más relajada y reposada en la que disfrutaron muchísimo. Tuvo muy buenos amigos con los que mantuvo siempre una relación muy fuerte.

Amante de los perros

¿Qué ha sacado usted de ella?
Esa sensación de la ventura de la vida, siempre disfrutar de todo hasta de las cosas difíciles. En eso nos parecemos mucho, en esa capacidad de inventar cosas interesantes en todas las circunstancias, saberle sacar a la vida lo que la vida te da de bueno, que es muchísimo. Soslayar las partes malas y dejarlas un poco atrás.

A esta gran mujer nos la van a presentar al alimón en el ciclo de Españolas por Descubrir del Círculo de Orellana y en el auditorio del Instituto Cervantes, la periodista Lola Gavarrón y el que ha respondido a nuestras preguntas: Alfredo Melgar hijo de Margarita que irán desgranando muchos episodios apasionantes de su vida. Y ya saben, si quieren saber por qué paso dos días en la cárcel, la relación que tuvo con Fernando Fernán Gómez y María Dolores Pradera, quienes eran sus amigos y con qué actores y directores trabajó en sus películas, tendrán que esperar a esta tarde a las 19,00, en que la podrán seguir por streaming desde la web www.cervantes.es (pues el aforo presencial está ya completo).

Con Carmen, la madre de María Dolores Pradera. Les unía una gran amistad.

Su última imagen en Garoza. Muere en Madrid la Navidad de hace 6 años.