Sigue Jugando

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By Candela Cort, diseñadora de sombreros.

Está en mi naturaleza volcar la imaginación en todo lo que hago por insignificante que sea. Desde pequeña, cualquier objeto que caía en mis manos se convertía en otra cosa por simple diversión. Así fabriqué algunos de mis juguetes preferidos y así creé mis primeros “diseños”: los collares de gominolas, que mi abuela, el ser la persona más original que he conocido en mi vida, lucía orgullosa en sus cenas. A día de hoy, ya no tan pequeña, me siento afortunada de no haber perdido el sentido del juego, el espíritu infantil, que es, pienso yo, la base de la creatividad.

Estudié Bellas Artes sin tener mucha idea de qué esperaba encontrar allí exactamente. Toqué por encargo todos los palos previsibles, en especial la fotografía, hasta que me reencontré, sin proponérmelo, con el diseño de sombreros. Este ha resultado el espacio ideal en el que volcar mi energía y la manera de expresarme artísticamente de un modo emocionado y natural.

Creo en el valor artístico de la manualidad y de la artesanía. Creo en el inagotable poder de la imaginación y de la originalidad en todas sus manifestaciones, incluidas, las más sencillas y ensimismadas, libres de ataduras y convencionalismos. Mis herramientas son las manos, la máquina de coser y la pistola de silicona, mi objeto fetiche por excelencia. Sé que con ellas soy capaz de dar forma a la fantasía, de hacer cosas hermosas y, por qué no, aportar un poco de alegría al mundo en que vivo. Creo en la sencillez como un lujo, o, mejor, que el auténtico lujo es inseparable de la sencillez, y me gusta hacer feliz a los demás con lo que hago. Si eres capaz de transmitir emoción es que estás haciendo algo importante.

Soy más intuitiva que reflexiva. Me identifico con las máximas picassianas “yo no busco, encuentro” y con esa otra que dice “cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”. Creo en el azar, en la espontaneidad, en el trabajo directo, sin bocetos, en sacar el máximo partido a la inspiración primera que transmiten los materiales humildes y reciclados; la rafia, el alambre, el papel. Creo que la inspiración es un modo distinto de mirar las cosas, puro e infantil, y que el trabajo consiste en darle sentido a los aciertos y en no desfallecer cuando las cosas no salen. Me siento una afortunada: lo que hago me apasiona, sigo aprendiendo y encontrando materiales dispuestos a transformarse en sombreros o tocados. Y sigo jugando.

Candela